Cuento para niños tontos y adultos listos
Anécdota por adopta un gato...
OliviaS eres un sol!
Leí tu respuesta
Has tardado caracol
Me quedé boquiabierta
Recibí un gol
Y dormí la siesta
El problema de las pequeñas historias... es que muy pocos se
quedan hasta el final, la gente se ha vuelto impaciente.
Impaciente y vaga. Si no hay efectos visuales no vale la pena. Han
Olvidado que la imaginación es más potente que photoshop y
mediamaker. He visto tu respuesta al salir del curro y pues me ha
hecho mucha ilusión.
Cuando vi que tenía una respuesta... dos semanas tarde y que era
para proponer algo raro, "algo" intermedio, me quedé sorprendido.
Pensé "ya le vale" si esta página es para conocer a gente... dos
semanas y me da su email. A este ritmo... a los tres meses consigo
un número. A los tres y medio igual consigo el correcto, al año
quedamos (no caí que así quedamos en julio del 2016 y que es
perfecto para que me invites a una horchata). Entonces quise pasar
de contestar (no caí que si me contestas a las dos semanas después
de haber recibido miles de flechizos era que por fin alguien que
me hace un poco de caso). Pero al final me quedé con aquello
que... como con un cosquilleo por querer responder. Rabioso picado
orgulloso recién despierto envié una chorrada respuesta. Me hizo
mucha gracia tu respuesta. Y una persona que habla de este
programa de la sexta (me arriesgo a dejar escrito sex ya en el
segundo email :0 )... que tampoco presume que lo conoce todo el
mundo... pues esta persona no puede ser del todo mala. Y fue sobre
todo una respuesta con confianza regalada de por dentro, igual que
hace veinte años los regalos dentro de la lejía.
-¿Qué hago yo con esta confianza? ¿Para qué sirve?
-¡Calla y contesta!
Ya está otra vez mis dos yo que se pelean.
-Pues ¿qué queréis? ¿qué os para?, dice mi tercer yo, diplomático (supuestamente
tengo origines suizas, será eso), ¿no estáis de acuerdo otra vez?
pues mirad, la chica ha dejado algo de confianza, entonces a
contestar!
-Y los tres, sigo el suizo, que ninguno se escaquee.
Como suele pasar... al final entre los tres yos estos reina un
anarquismo tremendo, ninguno tiene autoridad. Muchas ideas
confusas los tres pero nada de organización. Mucha buena voluntad,
pero no sale nada productivo. Y es cuando se abre la puerta del
cuarto yo. El yo payaso. Este pasa de todas las reglas y no pide
permiso ni perdón. Antes de que los tres primeros se dieran cuenta
la respuesta del cuarto yo hacía tiempo que se había ido.
-pero qué has hecho tás loco tronco, dice el yo tímido, el primer
yo.
-si te esperábamos para decir algo todavía estaríamos como
siempre, sin conocer a nadie, dice el yo rabioso, el segundo yo
con una cara amenazante.
-otra vez se van a pelear... pesaos que SOS, sigue el yo suizo en
una llamada de desesperación.
-si la cagamos que la caguemos bien cagao chicoz, termina el
cuarto yo dejando a los tres perplejos, pero consiguiendo cortar
la discusión.
Pasan los días y la situación vuelve a la normalidad, el payaso
quien es el más vago de la pandilla está durmiendo, encerrado en
su habitación pequeña estaba soñando cuando escucha... "aeu uato".
Mantiene abierto un ojo medio segundo, medio ojo un segundo más...
pasará de contestar, el calor de la manta al despertar es su
amante, necesita más tiempo con esta sensación suave. Se notan
pasos acercándose por la escalera. Uno viene. Abre las dos orejas.
No, no está sólo.
-Otra vez los tres pesados ¿qué quieren?, piensa, seguro que ni lo
saben. Yo sí que sé que quiero, quiero que me dejen dormir, porfa.
-¡Sal de tu cuarto!
Han llegado.
Rabioso: ¡Tienes trabajo carajo!
Suizo: Una chica te ha llamado
Tímido: Necesitamos un par de chistes, hay que contestar de nuevo,
por favor es urgente, ¿no te molesta dejarnos unos cuantos?, así
te dejamos seguir durmiendo. Hemos logrado un nuevo mote...
"Julieeennnn!!" Ayúdanos.
Payaso: Sabéis que no hago encargos.
Rabioso: Sé qué le hace falta al joputa, esperad.
El segundo yo sale corriendo. Los tres que quedan se quedan.. a
desayunar.
Suena el timbre.
-Abrid cohones abrid que no tengo la llave
-Si no traes el postre te quedas fuera, bromea el payaso mientras
el tímido le da al botón.
Llega al minuto (es un tercer sin ascensor)
-Payaso, tengo más que un postre, se escucha al rabioso con la voz
aun tapada por la puerta.
Se abre.
Entra una tremenda rubia que deja a todos sin aliento.
-fui a vender la confianza... no perdamos tiempo la tengo
contratada para un par de horas namás
-Espontaneidad, qué guapa eres, dice el payaso a la rubia,
mientras lo piensa el tímido y lo aprueba el suizo.
Al trabajo, los cinco.