Post 146: Punto de vista de la araña (parte XII)
Una gata me miró
Una foto me recordó una tarde de final de verano, una cena, una botella de vino, un pan.
Se sienta en frente mío, coge la copa de vino y moja sus labios. Parece que le gusta. Empieza a mirarme a los ojos y todo se para.
Como una gata, necesita libertad, espacio. No hace falta que la llames, ella sabe lo que quiere y sabe a quien querer.
No es muy guapa no. Ella es bella, bellissima. Tiene esa cosa que las guapas no tienen. Una mirada que atraparía a más de un desprevenido que la hubiese querido adiestrar pero...
Como una gata debajo un abrigo de piel poca carne y hueso. Se podría escapar hasta debajo la puerta... De hecho desaparece a menudo.
Ni huye ni enseña las uñas. Es una gata buena, hasta se lleva bien con los perros.
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