mardi 12 mars 2013

Post 136: Punto de vista de la araña: Efectos secundarios

Punto de vista de la araña
Parte XI
Efectos secundarios

La mañana siguiente, regresamos a la maceta para volver a la tierra naranja.
Al subir vi que eran dos las telas que estaban en el sitio que ocuparon la risa y la rosa en el trayecto de ida, había una tela peculiar. Contando sus lados y efectivamente eran once, era la misma tela especial como la de la fiesta. Con las telas de la risa y las mías, eran tres las telarañas distintas en la maceta. La risa y yo, y... no veía quién podía ser la tercera araña a bordo. Según la risa, la rosa no llevó el traje mágico ni ningún disfraz durante el viaje. Ya no llevaba las gafas y veía a la rosa como antes. Era de esas cosas demasiado evidentes para que una lo acepte. No, la rosa no había tejado este undecágono, no lo podía, no lo quería aceptar. Podría haber sido que yo o la risa hayamos tomado alguna droga para construir telarañas... "diferentes"***, pero estuvimos muy sobrios, muy buenos la risa y yo durante todo el viaje.

Mi confianza seguía bajando y lo notaba. Con más bajaba más me quedaba callada. Durante este trayecto de vuelta hasta la risa y la rosa se dieron cuenta y me preguntaron qué era lo que me pasaba. Les inventé un pretexto para no decirles que tenía un sentimiento especial hacia la rosa y que llevaba todo el fin de semana sin dormir. Eso era la verdad, pero me asustaba. Pensaba que tenía que leer más información sobre los efectos de las gafas quitaconfianza que había llevado los días anteriores... pero ni eso, no era capaz mantener la atención sobre nada, la imagen de la rosa, de esa rosa estaba creciendo en mi cefalotórax y lo ocupaba todo.

Mientras iba pasando el trayecto, la rosa empezó a hablar de forma más natural, más tranquila... después de la mitad del trayecto intercambiamos los sitios los tres y... con otro punto de vista al subir a la maceta creí distinguir... ¡un pretarso*! En lo que supuestamente era una espina. La rosa tenía dos espinas finas y más bonitas de las demás que se terminaban con pretarsos. No las había visto hasta el momento, siempre estaban escondidas detrás de sus hojas.

Me dí la vuelta para mirar hacia delante mientras la maceta avanzaba y no marearme. Llevaba un par o tres de días intentando no ver la realidad. Intentando no ver que la tela extraña que había visto en la fiesta no era de la rosa, y quizás meces intentando no mirar que las hojas de la rosa escondían patas de araña. Ya no me podía engañar a mí misma. La rosa también era una araña. Con unas hojas para esconder sus patas, y un capullo en la cabeza para esconder su prosoma** y su abdomen.

Quería decirle a la rosa que yo ya sabía que era una araña, como yo, y como la risa. Así se podría quitar este capullo que llevaba en la cabeza, que debía ser muy pesado por lo pequeñita que era ella.

*los pretarsos son las uñas de la araña
**el prosoma sería como la cabeza para la araña
***ver este link: Spiders On Drugs

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